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Geopolítica en el Canal de Panamá: una encrucijada

El incremento de la competencia entre Estados Unidos y China ha transformado al Canal de Panamá en un lugar de fricciones geopolíticas, situando a Panamá en una situación sensible entre estas dos naciones poderosas.

Desde el inicio de su segundo mandato, el presidente estadounidense ha expresado preocupaciones sobre la supuesta influencia china en el canal, afirmando sin pruebas que China controla en secreto esta vía crucial para el comercio internacional. Estas declaraciones han sido rechazadas por el gobierno panameño, que insiste en su soberanía sobre el canal.

En respuesta a las presiones estadounidenses, Panamá ha tomado medidas significativas, como abandonar la iniciativa china de inversión conocida como la Ruta de la Seda en febrero. Además, se anunció la venta de participaciones en puertos clave a un consorcio liderado por una firma estadounidense, lo que ha sido interpretado como un intento de reducir la influencia china en la región.

No obstante, estas medidas no han calmado las disputas. El jefe del Departamento de Defensa de EE. UU., en su viaje a Panamá, reiteró que su nación no tolerará que otro país ponga en peligro el funcionamiento del canal, subrayando la necesidad de protegerlo y mantenerlo accesible para todos los países. Estas afirmaciones generaron una reacción fuerte de parte de China, que acusó a EE. UU. de inmiscuirse en los asuntos internos de Panamá y de usar el canal como un instrumento de presión geopolítica.

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Panamá ha reiterado su dedicación a mantener la neutralidad del canal y su apertura para colaborar con todos los países para favorecer el comercio global. Las autoridades panameñas han subrayado que las determinaciones respecto al canal se realizan de forma independiente, considerando los intereses del país.

La situación actual refleja la complejidad de las relaciones internacionales en torno a infraestructuras estratégicas como el Canal de Panamá. Mientras Estados Unidos busca reforzar su influencia en la región, China continúa expandiendo su presencia económica y diplomática en América Latina. Panamá, en medio de estas dinámicas, enfrenta el desafío de mantener su soberanía y neutralidad, asegurando al mismo tiempo la estabilidad y eficiencia de una de las rutas comerciales más importantes del mundo.

Por Susana Villanueva